El éxito alcanzado en el sometimiento de los imperios por la superioridad de sus armas,proporciono a España el control de los grandes yacimientos de plata que necesitaba Europa para impulsar su economía.
La conquista en forma pacifica fue lograda a través de las misiones realizadas por ordenes religiosas,autorizadas por el rey para establecerse en determinadas regiones y emprender la cristianización de los indígenas,enseñarles la lengua castellana y fundar ciudades. Entre las ordenes misioneras podemos señalar la de los capuchinos,jesuitas y dominicos .
Los capuchinos:
Son una reforma de los Franciscanos (OFM) y pertenecen a la Primera
Orden de San Francisco. Esta es la única división de
los observantes que ha podido permanecer independiente hasta el día de hoy.
Fue iniciada en 1528,por Fray Mateo de Bascio y por los hermanos Ludovico di Fossombrone y Rafaele
di Fossombrone, en compañía de otros franciscanos.
Sus
iniciadores fueron observantes que se retiraron a conventos de retiro, para
allí tener una vida más contemplativa.Con el tiempo su número creció y
decidieron hacer una reforma de la orden franciscana. Esto era muy común en
aquella época, ya que son muchas las reformas franciscanas que se sitúan dentro
de la observancia. Se separaron de los observantes y estuvieron bajo obediencia
del ministro general de los Conventuales hasta tener su propio ministro
general.
Como las
otras ramas, por lo general los capuchinos se dedican al cuidado pastoral de parroquias. Sin embargo aprecian la vida contemplativa y el estudio.
Los
capuchinos son la rama heredera de los espirituales de los primeros tiempos. Usan
un hábito marrón con una cuerda (como los franciscanos observantes), pero la
diferencia principal con los otros dos grupos es que lleven una capucha unida a
la túnica.
Los Jesuitas:
o
La Compañía de Jesús (SJ) es una orden
religiosa de carácter apostólico y sacerdotal, aunque la conforman también hermanos, es decir, religiosos
no sacerdotes y que no son monjes. Está ligada al Papa por un "vínculo
especial de amor y servicio"; su finalidad, según la Fórmula del Instituto,
documento fundacional de la Orden (1540) es "la salvación y perfección de
los prójimos". En términos de Derecho Canónico, la SJ es una asociación de
hombres aprobada por la autoridad de la Iglesia, en la que sus miembros, según
su propio derecho, emiten votos religiosos públicos y tienden en sus vidas
hacia la "perfección evangélica".
La formación en la SJ empieza con un noviciado que dura dos
años. Continúa con un proceso de formación intelectual que incluye estudios de Humanidades, Filosofía y Teología.
Además, los jesuitas en formación realizan dos o tres años de docencia o
(prácticas apostólicas) en colegios o en otros ámbitos (trabajo parroquial,
social, medios de comunicación, etc.).
Dominicos:
Es una orden mendicante de la Iglesia católica fundada por Domingo de Guzmán en Toulouse durante la Cruzada albigense y confirmada por el papa Honorio III el 22
de diciembre de 1216.
La orden
dominica se destacó en el campo de la teología y doctrina al abrigo de figuras como Alberto Magno o Tomás
de Aquino. Muchos de sus miembros integraron la Inquisición medieval. La orden fundó
la Escuela de Salamanca de teología, filosofía y economía.
Alcanzó su mayor número de miembros durante la expansión del catolicismo en los territorios de América, África y Asia incorporados a las coronas de Portugal
y de España, donde se reconoce la labor de personajes como Bartolomé de las Casas por su contribución temprana a la
defensa de los derechos humanos.
La orden tuvo un declive en la modernidad hasta el siglo XIX, pero pudo recuperar su
influencia con el impulso de teólogos como Enrique
Lacordaire, participando activamente en el Concilio
Vaticano I y, desde entonces,
contribuyendo al desarrollo del catolicismo contemporáneo. El lema de la orden
es “Laudare, benedicere,
praedicare”(alabar, bendecir y predicar).